A vueltas con los tipos

Una vez realizado el alfabeto al completo con la tipografía escogida, a la hora de hacer el pangrama me di cuenta de que algunos caracteres, especialmente las minúsculas, no proporcionaban una lectura muy adecuada, resultando incómodos o incluso dando lugar a una mala interpretación de ciertas letras (la C mayúscula no acaba de comprenderse bien, la F minúscula puede parecer una P, etc), por lo que tras pedir opiniones externas y comprobar cómo todos los que trataban de leer dicha tipografía se encontraban con diversos problemas de comprensión, decidí volver a comenzar y desarrollar una diferente.




Volví a abocetar una vez más, pero esta vez traté de realizar formas mucho más simples, más racionalistas y geométricas. Decidí no incluír los huecos interiores u ojales de los caracteres para dotar de mayor "redondez" y sensación de bloque a cada elemento y, por último, recuperé la idea inicial de darle profundidad a los glifos para así incluír también los agujeros típicos del gruyer que comenté en la entrada anterior. Así conseguí librar la "superficie" de los tipos de dichos huecos, que solo consiguen ensuciar la imagen y dificultar su legibilidad.


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